Desde hace un tiempo atrás se ha seguido el caso del youtuber Ruslan Sokolovsky, quien se puso a jugar Pokémon GO en una iglesia.
Sokolovsky ha sido encontrado culpable de “vulnerar los sentimientos religiosos” de las iglesia ortodoxa. Además, las autoridades rusas comentan que la actitud del joven muestra una “falta de respeto hacia la sociedad”.
El vídeo del blogger aún sigue funcionando en YouTube, pues su creador decidió dejarlo en protesta por lo que considera una persecución ridícula hacia alguien que estaba utilizando un dispositivo móvil dentro de una iglesia.