Las posibilidades de retro compatibilidad para la próxima generación de PlayStation son bastante grande.
Sony registró una patente qué haría esto posible al contar con un sistema que se aplicará en una máquina futura, PS5, y que permite que la CPU de la nueva consola pueda “interpretar” la unidad central de las máquinas anteriores. Este trata de conseguir que las aplicaciones diseñadas para las consolas anteriores (legacy device) corran perfectamente en el hardware más potente, y está enfocado a eliminar los errores de sincronización entre las nuevas consolas y el comportamiento de las anteriores consolas de videojuego.
Este sería capaz de imitar el comportamiento de las consolas anteriores y detectar las necesidades de cada aplicación y comportarse como si fuese la consola original.
Ya hay reportes de varias estudios de videojuego de Sony que están trabajando en hacer títulos exclusivos para la siguiente generación de videojuegos del PlayStation.