La Organización Mundial de la Salud ha reconocido oficialmente el trastorno del juego como una condición de salud mental. Esto se hizo de manera oficial como parte de un documento recientemente publicado de nuevas enfermedades. La agencia de salud de la ONU dijo que clasificar el “Trastorno del videojuego” como una condición separada “servirá para un propósito de salud pública para que los países estén mejor preparados para identificar este problema“.
El diagnóstico clínico se basa en tres comportamientos. En el primero la persona en cuestión debe exhibir un control deficiente sobre los videojuegos, como su frecuencia o una menor capacidad para detenerse. A continuación, el comportamiento debe ser tan generalizado que tenga prioridad y afecte negativamente a otros elementos de la vida cotidiana. Finalmente, los videojuegos deben continuar o escalar a pesar de las consecuencias negativas. Las directrices dicen que este comportamiento debería ser evidente durante al menos un año antes de que se pueda realizar normalmente un diagnóstico clínico, aunque la duración puede acortarse en casos particularmente graves.
La Organización Mundial de la Salud enfatiza que esta es una condición requiere un diagnóstico profesional. En una entrevista con CNN, el Dr. Vladimir Poznyak, miembro del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la organización, dice que no es algo común. “Millones de jugadores en todo el mundo, incluso cuando se trata de videojuegos intensos, nunca calificarían como personas que sufren de desorden de videojuego“, dice.
Sin embargo, la Dra. Joan Harvey, vocera de la Sociedad Británica de Psicología ofrece una reacción contraria al anuncio. “La gente necesita entender que esto no significa que cada niño que pasa horas en la habitación jugando es adicto, de lo contrario los médicos se verán inundados de solicitudes de ayuda.”